El médico ecuatoriano imputado por el homicidio de Francisco Albornoz entregó un estremecedor testimonio durante la formalización. Aseguró que el joven convulsionó dentro de su departamento y que intentó pedir una ambulancia, pero su acompañante, el chef José Miguel Baeza, se lo impidió.
Ambos sujetos fueron formalizados por homicidio simple y quedaron en prisión preventiva. La Fiscalía determinó que los golpes que causaron la muerte de Albornoz ocurrieron en el domicilio del médico, descartando que haya sido arrojado vivo al río.
En su relato, González declaró que envolvieron el cuerpo en un cobertor para trasladarlo. Afirmó que fue presionado por Baeza para deshacerse del cadáver, lo que finalmente derivó en el hallazgo del joven en el río Tinguiririca, doce días después de su desaparición.